¿Qué es el reflujo gastroesofágico?

El reflujo gastroesofágico es uno de los trastornos digestivos más frecuentes y se estima que más del 5% de la población tiene síntomas en un diario. El reflujo se da también en personas sanas. Se considera patológico cuando se produce de forma crónica, irritando la mucosa del esófago.

El reflujo gastroesofágico se produce cuando la válvula controla el paso del contenido del esófago hacia el estómago, no funciona de forma correcta. Esta válvula (esfínter esofágico inferior) se relaciona con, así como el contenido del estómago y los fluidos gástricos que se presentan en el esófago, pudiendo llegar hasta la boca.

La enfermedad por reflujo o acidez crónica se puede dar a cualquier edad, bebés y niños incluidos.

Síntomas del reflujo gastroesofágico

El síntoma más característico del reflujo gastroesofágico es la acidez o la pirosis: la sensación de ardor en el pecho y la garganta, acompañada a veces de un sabor amargo. Generalmente empeora después de las comidas o al estar tumbado.

Otros problemas relacionados con el reflujo y la ansiedad, el dolor de pecho y la garganta, los problemas de tragar, la afonía, la dificultad respiratoria.

El diagnóstico inicial del reflujo gastroesofágico se suele basar en estos síntomas. Sin embargo, en ocasiones es conveniente realizar exploraciones adicionales para descartar complicaciones y otras lesiones. Algunas de las pruebas diagnósticas que se realizan para estudiar el reflujo gastroesofágico son la gastroscopia, la manometría esofágica y la pHmetría.

Complicaciones y enfermedades asociadas.

Si no se trata de la forma correcta, el reflujo gastroesofágico puede complicarse y llevar a cabo problemas de salud, como úlceras, estenosis (estrechamiento del esófago) o el esófago de Barrett (por acidez continua). En el caso de este último, es muy importante realizar un seguimiento periódico, y en el caso de Barret, aunque sea ocasionalmente, puede progresar hacia un cáncer de esófago. Los controles con endoscopias permiten un tratamiento adecuado.

Tratamiento del reflujo gastroesofágico

El tratamiento del reflujo gastroesofágico depende mucho de las condiciones de cada paciente y la gravedad del caso. El tratamiento farmacológico con antiácidos es suficiente en algunas ocasiones, pero además hay que tener en cuenta las complicaciones. El esofago de Barrett es un cambio celular que fundamentalmente ocurre por el reflujo y que predispone al cáncer de esófago.

El reflujo suele ser una enfermedad crónica, lo que implica un tratamiento de mantenimiento. En casos complicados, la cirugía puede ser la solución más indicada. No obstante, actualmente solo alrededor del 5% de los pacientes requieren un tratamiento quirúrgico.

Algunos factores de riesgo que favorecen el desarrollo del reflujo y el consumo de alcohol, el tabaquismo o la obesidad. Por lo tanto, para controlar los síntomas y reducir las molestias, es recomendable seguir una dieta equilibrada, café, alcohol, picantes, especias y alimentos ácidos. También te recomendamos que evites las comidas copiosas, no tengas que rodear el abdomen y esperar al menos dos horas.